HEMEROTECA

De mi trayectoria literaria y musical
noticias en los medios de la prensa escrita

MOTIVOS DE MI ESCRITURA

                            Me encuentro con mi poesía y regreso de un exilio que la vida me impone, ante una explosión en el tiempo que vivo. Mi creatividad desde hace años entró de lleno en mi existencia. Mis poemas aparecen de una manera entroncada con mi forma de ser, con mi romanticismo, con la poesía erótica y desgarrada. Yo saludo cada día a la poesía como el trovador lo hace a su amada y ando con ella de la mano cada momento. En ella están los colores de las flores, de las caras, de los cuerpos, de las manos rugosas y de los ojos que me enturbian hasta los míos, en forma de fonemas, con el tono y la música, con la música y el dibujo de las escenas que me invento, para que de alguna forma, quieran llegar a remontar a lo orígenes de mi memoria.

                            En el profundo trabajo que representa la acción de escribir, siempre intento expresar con precisión lo que pienso, deteniéndome en el conjunto de la humanidad. Recuerdo lo primitivo y toda la plástica en las figuras literarias que me inclinan a opinar y a tomar posturas ante mis pensamientos críticos.

                            Por otra parte, esta simbiosis de poesía y hombre poeta, se hermanan como compañeros de colegio ante unos tiempos difíciles de entender, de conversar y de jugar en el campo de la literatura.

                            Siempre estoy en la estela de amor, siempre estoy en la huída sobre la huella de la muerte y siempre estoy en el poema que me da vida, después del sentimiento, después del dolor, o después de la ausencia en el amor.

                            Cada poema me deja las marcas en la piel como una quemadura por la pasión vivida, y en la memoria, me deja un barco que navega a la deriva por los canales de la imaginación impregnados de recientes pasados.

                            Siempre recojo las secuelas de lo mejor de mi poesía, para que sean la forma de vida en mi escritura.

                            Vivir, amar, luchar, son los soportes hacia una constante que me dan confianza y compañía, más allá de la risa y de las tertulias, junto con las reuniones festivas.

                            Agazapado en mi soledad, siempre ando hurgando por los fondos de mis entretelas y presiento lo íntimo celosamente antes de pasarlo a la palabra escrita. Cuando esto llega, solo tengo que coger la pluma y manchar el papel de renglones, largos o cortos, según el compás de mi música,